Mi Tempestad Lleva Tu Nombre
Ven y Bésame, bésame como el fuego besa al calor, tómame en brazos y suéltate, entremos en un baile en el que el brillo de nuestros pasos deslumbre sin importar que tan oscuro sea el sitio donde nos encontremos.
Abrázame,
envuélveme en tus brazos y elévame, hazme sentir que salgo de este planeta
junto a ti, pues tu querida eres de otro mundo, de otra galaxia.
Mírame,
ve con tus ojos a este hombre que tiene el privilegio de ser visto por esos
ojos cuyo resplandor opaca cualquier luz visible en el firmamento.
Acariciarme,
crea temblores y maremotos con las erupciones de sensaciones que desbordan en
mi cuerpo con el suave tacto de tus dedos, haciéndome sentir espasmo que solo
pueden ser detenidos por el coro del sonido de tu respiración.
Siénteme,
date el gusto y el goce de sentir la tempestad que desataste en mi,
en mi mente, corazón y en mi cuerpo. Dicen que después de la tormenta viene la
calma, pero con esta tormenta de emociones, solo haz abierto las puertas
para perderme en las vorágines de tu ser, y así si sobrevivo a ellos despertar
en el naufragio de tu ser.
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